Difundimos este articulo publicado en el Blog Viviendo ríos por Emiliano Mellado. Consideramos este caso como muy significativo de las graves consecuencias que derivan de la falta de gestión integrada en el bajo Guadalquivir.
Resaltamos lo que Enrique llama "singularidades más lamentables"
La primera, el estado actual, no tanto fruto de la pertinaz sequía, como la aplicación de no se sabe qué criterios de gestión que han llevado a la desecación del humedal. El Brazo del Este es un humedal cultural cuya conservación depende de un sistema artificial de gestión hidrológica que lo mantiene, que no debería entender de lluvias ni temperaturas extremas.
La segunda, ya habitual en otras entradas, la falta de entendimiento entre organismos con competencias en el espacio natural, sea desde la política medioambiental en el ámbito regional o desde la planificación hidrológica en el de cuenca, así como entre usuarios, sean los del agua o los del uso público del espacio natural.
la tercera, la falta de compromiso local, más allá de lo turístico y -permítanme la expresión- del correspondiente postureo FITURiano. No se entiende la ausencia de iniciativas de gestión compartida y cooperación entre las administraciones competentes a escala regional y estatal con las de ámbito provincial, comarcal o local.